Fue número 1 argentina del tenis. Su amor con John McEnroe, una sensual tapa de revista que la marcó y el “don” que le dio DiosPor Gabriela Grosso
Varios años antes de que Gabriela Sabatini lograra que muchos argentinos que nunca habían empuñado una raqueta se sentaran horas frente al televisor para ver sus duelos con Steffi Graf o Monica Seles, Claudia Casabianca (64) sacudió el tenis femenino con su talento, su garra, su audacia, su carisma y un drive demoledor. Contemporánea de Guillermo Vilas, fue multicampeona juvenil (alcanzó el puesto número 1 del ranking local) y la primera argentina en ganar un título profesional (Forest Hills, en 1977). Considerada una niña prodigio, protagonizó partidos históricos contra las mejores de su época –llegó al lugar 38 del ranking WTA– y el público enloquecía por ella en cada una de sus apariciones. Temperamental, disciplinada y algo rebelde dentro y fuera de la cancha, Claudia desafió algunos de los cánones del tradicional mundo del tenis, como cuando posó con poca ropa para la tapa de una revista. Era 1981. De todo eso, de su temprano retiro por lesión, su pasión intacta por el deporte y su trabajo con personas con discapacidad habló con ¡HOLA! Argentina.